A lo largo de este mes, los bebés continuarán explorando y conociendo su cuerpo al mismo tiempo que aprenden a controlarlo. Descubren sus pies, comienzan a tocarlos y en algún momento serán capaces de llevárselos a su boca.
La coordinación mano-ojo es más sofisticada y armónica, lo que aumenta su interés por explorar objetos de forma detallada. Algunos bebés, mientras están boca abajo, lograrán dar la vuelta y quedar boca arriba sobre sus espaldas. Esto podría no suceder hasta el siguiente mes.
Socialmente, disfrutan mucho de la interacción y el juego con la gente. Comienzan a demostrar emociones de una forma más diferenciada, por ejemplo, pueden expresar su aburrimiento hacia algo girando la cabeza en la dirección contraria o su alegría lanzando pataditas y sonriendo.
Su conciencia de los demás también aumenta. Reaccionan a las expresiones faciales, múltiples tonos de voz y otros ruidos mediante la producción de sus propios sonidos. Esos sonidos, además, comienzan a expresar cada vez mejor su estado de ánimo: enojo, alegría o malestar.